El
Hijo
La
noche anterior había presenciado dentro
del área portuaria, un acto
de reparación en el CENS 41(Centro de enseñanza secundaria para adultos) “Francisco
Víctor Pana”, cuyo
nombre pertenece a un trabajador portuario desaparecido durante la
ultima dictadura cívico militar.
A unas veinte
cuadras hacia el centro porteño están las oficinas centrales del
Puerto de Buenos Aires. La reunión debía ser en el comedor. Son un poco mas de las tres de la
tarde y en el primer piso esta Víctor sentado en silencio, con su
almuerzo sin tocar y observa pensativo, todavía las emociones del día
anterior están en su rostro. El, es el hijo de Francisco o Pancho
como lo conocían sus compañeros.
-Hay películas
donde se observa que detrás de la detención, iba el camión de la
mudanza, a veces decimos que estos tipos se llevaban sillas, una
mesa, alguna heladera, cargaban todos los muebles, y también se
quedaban con las casas. ¡Que ratas!, ¡Que Cosas!
Atina a decir
con un gesto de indignación porque le había comentado el caso de
un hijo de represor, quien iba a devolver lo que su padre se había
robado de los detenidos desaparecidos.
Víctor Gabriel es un muchacho de cuarenta y un años, de una estatura baja y muy
hábil con la pelota o por lo menos eso me han contado sus
compañeros. Le pregunté que piensa de la gente que sigue opinando a
favor de la dictadura.
-Me puede pasar
y también puedo enojarme, pero no por eso pido que vuelvan los
militares, ¡yo la viví!, hay gente que dice que antes se vivía
mejor, capaz que después hacen un click y dicen ¿Que estoy
diciendo?. Algunos piden perdón, no todos. Otros si estaban de
acuerdo, por eso te digo que no es la mayoría, se dejan llevar por
la impotencia de ver todo lo que esta sucediendo.
La
ultima dictadura civico militar dejo sus marcas, heridas que no
cicatrizan, la búsqueda de justicia desde el retorno de la
democracia ha sido una guía para gran parte de la sociedad,
convencidos de una necesaria investigación para cerrar uno de los
capítulos mas dramáticos de nuestro país.
Victor
con mas tranquilidad lentamente consume su almuerzo,
charlamos de cosas triviales mientras lo acompaño con mi vianda, en
un momento le indico lo feliz que debería sentirse que el CENS
41(Centro de enseñanza secundaria para adultos dependiente del
Gobierno de la ciudad) lleve el nombre de su padre.
-De todo un poco. Una emoción porque
al tener el nombre de el, además yo estudie ahí. Es algo muy
fuerte.
Victor tenía tres años cuando su padre
fue secuestrado en 1977 y no tiene recuerdos de el.
-No, nada, recuerdo que de chico es lo
que te hablan los amigos y compañeros de el, algunos fueron al
acto. Uno se llama Miguel Medina, después hay otro, que yo siempre
voy a visitar, me hace reír, el es un vecino, lo recuerdo siempre,
su nombre es Orellano, le dicen Nego, porque el habla conmigo como si
fuera con mi papá, me dice, “¿Te acordas de este?”, “¿Te
acordas de aquel?”. Le contesto, Nego mira que yo soy Victor, y el
me contesta “Ah lo que pasa es que sos muy parecido”, me sucede
mucho con los amigos de el, me asocian como si estuvieran hablando
con mi papá.
Panita como le dicen sus amigos se
ríe, recuerda con cariño a los amigos de su padre.
Hacemos un alto, me intrigaba el proceso por
el cual surgió la idea de poner el nombre de su padre a una escuela.
-
Yo estaba terminando el secundario en el CENS 41 y como siempre estoy
con el tema de los desaparecidos, un libro o una película, porque
esto es lo que me toca desde muy chico. En la escuela hay una parte
donde hay muchas películas, la solicitas al director y te la podes
llevar el fin de semana, funciona como la biblioteca o el video club.
-
Pepe Vasquez era el director, ahora esta jubilado, el me pregunto
porque me llevaba material de esa temática y entonces le conte mi
historia. Yo veo como es la persona, si observo que me escucha le
sigo comentando, y como a el le intereso mi historia, se lo seguí
contando y ahí quedo.
-Ahora no recuerdo, no se si paso
semanas o días. Me parece que en una clase de historia, veo que
entra el Pepe Vasquez, cierra la puerta, me dice que tenía algo para
contarme, que junto a otro compañero habían escrito una nota para
que la escuela llevara el nombre de mi padre y así empezó todo.
Para mi sorpresa todos mis compañeros habían firmado, me produjo
una emoción muy grande, se me caían las lagrimas, les agradecí a
todos, y elevaron la nota a la legislatura porteña, porque la
escuela depende de ahí, el puerto le presta ese lugar.
Victor trabaja desde hace ocho años
en la misma empresa estatal que su padre, y como el, ejerce una
función gremial.
-Paso el tiempo y Pepe se jubilo, en
2013 me llama el nuevo director y me avisa que se había aprobado, me
puse muy contento, imagínate, a la edad que tengo cuando me
preguntan donde hice el secundario, y contesto que lo termine en el
CENS 41 “Francisco Victor Pana”, el nombre de mi papá, esto es
único, me genera una emoción muy grande.
Su rostro se enciende, con ojos
vidriosos la emoción se manifiesta
- No se si hay registros de esto,
sabes lo que es para mi. Pasó el tiempo, Alejandro el nuevo director
tuvo un accidente, tengo entendido que se había quebrado una pierna,
estuvo mucho tiempo de reposo y el acto homenaje se postergo. Recién
ahora pudimos tener la oportunidad de hacerle un acto y de colocar
una placa. Hace dos meses hubo un reconocimiento a los legajos, entre
los que estaban el de mi viejo y lo demás compañeros, por eso
aproveche para acelerar lo del colegio, sabiendo que Alejandro se
había reincorporado al trabajo.
Cuando se recorre el microcentro
porteño existen lugares de memoria, placas con los nombres de los
desaparecidos que trabajaron en los distintos ministerios y bancos
públicos, además se ha implementado en estos últimos tiempos la
restauración de legajos de las victimas, que a modo de reparación
simbólica es entregado a sus familiares
-El figuraba en su legajo como
“Abandono de servicio”, cuando ellos supieron siempre que había
desaparecido, en total hubo cinco desaparecidos en la empresa.
Su tono de voz se pone un poco mas
firme
-Esto surgió desde el ministerio de
economía, en una charla entre compañeros que tenían un pariente
desaparecido en los ministerios, son gente que esta en el tema. ¡Es
increíble que se preguntaran lo que había sucedido con los legajos
de los compañeros desaparecidos!, yo personalmente nunca me lo
pregunte. Después pensé que tenia mi papa desaparecido y ahí
comenzó el tema de los legajos, como empieza todo.
-Comenzaron con los averiguaciones,
todo era un tema burocrático, y daba la casualidad que todos los
desaparecidos figuraban como “Abandono de servicio”, por lo menos
en las empresas estatales. Seria bueno averiguar como figuran en las
empresas privadas. Se pudo rescatar algunos legajos, pero por suerte
acá en Puerto estaban todos.
Los desaparecidos en la empresa el trata de nombrarlos esforzándose en recordarlos, asumiendo una responsabilidad de
mantener esa memoria.
- De pedro, Camarotti, Pana, Correa y
Moreno- a este ultimo apellido se le dificulta recordarlo, me cuenta
que hace un tiempo construyeron con el gremio un monumento en la
calle Azucena Villaflor(fundadora de madres de plaza de Mayo) en
Puerto Madero, y volvieron a restaurarlo, quitaron la placa de bronce
e hicieron una placa de memoria hecha con piedras de colores y con
motivos que representan al trabajador portuario, fue realizado por un
artista que vive en el barrio de la Boca.
A Víctor se lo nota con una voz
entrecortada al contarme lo que sabe acerca de la desaparición de
Francisco y como acude a los juicios de los represores de la ESMA,
tratando de indagar si algún sobreviviente recuerda haber visto a su
padre.
- De mi viejo no se sabe nada hasta
ahora, mi mama me contó que el desapareció el 30 de Junio del ´77,
al otro día ella hizo la denuncia en la comisaria 46 a la que
pertenece la jurisdicción del puerto, después hizo dos Habeas
Corphus con ningún resultado, paso el tiempo y la iban llevando de
un lado para otro. Mis tíos llegaron a decirle que dejara de
buscarlo y que agradezca que ella y nosotros estábamos vivos.
Entonces fue dejando un poco la búsqueda, porque en parte era
verdad, si seguías insistiendo en cosas, podías padecer lo mismo
¿no?
Me interroga mirándome a los ojos, me
quedo sin respuesta, atino a preguntar acerca de las circunstancias
de la desaparición de Francisco
-Compañeros de el, que todavía
estaban en puerto cuando yo entre, me comentaron de que
eran personas de civil y uniformadas, pero nunca se dieron a conocer,
se movían con los Falcon verde que se usaban en su momento y
patrulleros. Se lo llevaron de su lugar de trabajo, el estaba en la
6ta en puerto nuevo.
Se pone un poco tenso, deja el almuerzo y
continua relatándome su historia
-En la policía no había registros,
lo que hice ahora es con el tema del ADN, di una muestra para ver si
aparecía algo en los lugares donde encontraron cuerpos y hasta el
momento no paso nada. Lo que hago a veces es ir a los juicios, para
ver si algún sobreviviente que declara puede saber algo, pero hasta
ahora ninguno dio indicio de que paso con mi papá. Porque en los
juicios funciona de esta manera, van declarando que estuvieron con
tal persona y hay tal pariente que lo esta buscando, entonces se va
enhebrando todo.
Panita retoma el almuerzo, su vianda
esta casi vacía, le han contado que su padre pudo haber estado en la
ESMA(Francisco figura en el listado de la CONADEP), aunque también
hay otras versiones, pero nada en concreto. Nos despedimos, su media
hora de almuerzo se terminó, el seguirá en esa historia de cerrar el
circulo.
La memoria es algo crucial para la
vida de una sociedad, sin memoria se repiten los horrores del pasado,
también existe el peligro que aquello que causo tanto daño aparezca
como algo novedoso, por lo cual muchos piensan que la memoria debe
ser una política de estado.
GRSE
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